jueves, 27 de noviembre de 2008

Nemo

La imagen que he elegido para que me represente en mi perfil pertenece a uno de mis héroes literarios. Para algunos el capitán Nemo de Verne será sin lugar a dudas un ser maligno o un villano, pero para mi representa el grado máximo del idealismo y la aventura. Nemo es un todo en si mismo, aglutina en su existencia a una infinidad de perfiles y de personalidades, y por si fuera poco rodeado de un halo de misterio y envuelto en el inconfundible aroma de finales del siglo XIX y principios del XX.

Cuando yo descubro al capitán, en mitad de una infancia compleja, dentro de un internado católico del que actualmente guardo sesgados recuerdos, unos buenos y otros no tan buenos, Nemo es la libertad de ir a cualquier lugar, Nemo es la decisión, la aventura, la fuerza, la inteligencia, el poder de la decisión y por si fuera poco Nemo tiene un sinfín de maquinas alucinantes. Para un muchacho de poco mas de 8 años es sin lugar a dudas todo lo que se le puede pedir a la vida.

Nemo se niega a asumir y vivir en un mundo que como a muchos no nos gusta. Pero el ha dado el paso, Nemo a encontrado la forma de alejarse de ese mundo que no comprende, que no le gusta y en el que no desea seguir viviendo. Sus posibilidades son muchas, Verne podría haberlo mandado a una isla desierta, a la selva o a un país lejano inexplorado, pero la elección no es esa. La decisión que toman autor y personaje es diametralmente diferente, sobre todo si tenemos en cuenta cuando se escribió la obra. Nemo se revela, y no solo abandona una vida social y confortable, Nemo construye una maquina genial y la utiliza para atacar y vengarse de ese mundo que odia. Nemo no es un pirata, el capitán no quiere enriquecerse, de hecho tiene miles de tesoros sumergidos a su alcance y los deja donde están. Nemo utiliza su maquina para sacar lo que necesita de esa sociedad a la que no desea pertenecer, de esta forma logra un doble objetivo, obtiene los productos que necesita y daña a quien más odia. Administra su venganza.

Nemo representó, y la verdad sigue representando, ese hombre valiente que no se conforma con lo que le rodea y es capaz de pelear he infringir daños a una sociedad que no le gusta. Si bien es cierto que con 8 o 9 años a uno aún no le han despertado ciertos sentimientos de rebeldía y de anarquismo social, la exposición continuada a un entorno hostil que no es capaz de asimilar y en el que si bien se mimetiza y camufla con éxito pero en el que no se integra hacen aflorar este tipo de sentimientos.

En la actualidad y con muchos años de perspectiva además de con muchas lecturas y relecturas sobre las espaldas, Nemo se perfila y se define aún mejor. Su carácter, si bien se ha suavizado un poco, no ha perdido ni un gramo de su carácter fuerte, arrogante, valiente, aventurero y rebelde.

¿Me veo como Nemo? ¿Por eso he elegido su imagen? Pobre de mi, no le llego ni a la suela de sus maravillosas botas. Es solo una licencia que espero me perdone el rey de las profundidades y mis lectores si es que alguno tengo. Solo me conformo, desde esta lado de la pantalla, desplegar con mis comentarios y mis ingenuos y modestos textos una pizca de la valentía y arrojo del capitán Nemo. Su genialidad, ustedes me perdonen, es tan irrepetible como la de Verne.

Nos vemos pronto.

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