Soy un apasionado de los libros.
Creo que eso está más o menos claro teniendo en cuenta de que va este blog.
Llevan a mi lado desde que tengo recuerdos, y casi con seguridad más tiempo.
Durante mucho tiempo incluso fueron un refugio en donde me escondía de una
realidad que no me resultaba demasiado grata. Soy un ser a un libro pegado. No
concibo salir por la puerta de mi casa sin un libro en la mano, quizás por eso
no me importa demasiado que me hagan esperar (no siempre), tiempo ganado para
la lectura.
También soy un entusiasta de la
tecnología, como dice algún amigo mío, me das una piedra que tenga botones y
una pantallita y soy feliz. La informática forma parte de mi vida desde
hace mucho tiempo, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Me
gustan los famosos Smartphone, las tabletas, los portátiles, y cuantos
achiperres pululan por nuestro mundo, algunos de cuestionable utilidad. Y es
aquí en donde mi vida se ve azotada por un dilema, estúpido y trivial a fin de
cuentas, pero dilema.
El famoso libro electrónico. Un
paradigma de ventajas y comodidades. Libros gratuitos (todos los clásicos), novedades
más económicas, facilidad de almacenamiento (miles de estanterías como las de
mi casa caben en una tarjeta de memoria de 8 GB), facilidad de compra,
portabilidad extrema, búsquedas sencillas, peso reducido, etc. Pero, carece de
encanto. Da lo mismo que tengamos un libro electrónico moderno y con una funda
de diseño genial (voy por el tercero), da lo mismo que tengamos unos EPUB
impecables con sus resúmenes y caratulas como dios manda, todo eso da lo mismo.
Es frío, muy frío.

Bueno y aquí me debato, sin
llegar a decidirme, por eso, por un lado continuo comprando libros en papel y
“usando” la versión digital de los mismos para cuando es imposible su
transporte, además de acopiando un montón de “digitales” de clásicos,
desaparecidos y obras que llevan en papel conmigo desde hace mucho tiempo
porque si o por simple vicio. Antes tenía una enorme librería llena de libros
en papel y ahora además tengo una enorme edición de la misma pero virtual.
Nunca fui muy listo.
Nos vemos pronto.